El Cuarto Reich compró la final de la Champions League.
Alemania en las “rebajas” del fútbol para comprar historia nacional.
…BAYERN vs BORUSSIA
…Católicos vs Protestantes
…CDU vs SPD
 
Cuando algo es para uno un simple juego de diversión, mientras que para el otro la única herramienta de supervivencia, el resultado es obvio: en la lucha entre los dos por la victoria, ganará fácilmente el segundo. ¿Por qué? Porque uno para su diversión invierte poco y arriesga menos, mientras el otro, por otra parte, para su supervivencia lo invierte y arriesga todo. Así funciona la naturaleza, y el ser humano forma parte de la naturaleza. Tanto los animales como los seres humanos pueden automutilarse cuando se trata de su supervivencia, pero cuando juegan no quieren romperse ni una uña.

¿Qué queremos decir con todo esto? Que, desde el momento en que – bajo las presentes circunstancias de crisis económica – la Liga de Campeones resultó ser un duelo entre españoles y alemanes, era evidente que ganarían los segundos, ya que iban a disputarla con todos los medios. En otras palabras, queremos decir que la motivación desigual entre dos partes da como resultado una lucha desigual… Para el primero se trata de un juego, mientras que para el segundo es una lucha de vida o muerte… El primero va a jugar un juego mientras que el segundo va a luchar por la vida. Si los españoles van a invertir poquísimo en este trofeo porque no se trata de nada más que de simple diversión, para los alemanes es algo mucho más importante… Es una “herramienta” de supervivencia y lo darían todo para conseguirla… Una “herramienta” que el propio estado alemán necesitaba para sobrevivir.
Por eso, damos más que por sentado que la “final alemana” fue comprada. Fue amañada y hubo participación española en el crimen. Lo que vimos este año en la competición de los consabidos estafadores, no tiene precedente. Incluso para los estándares del gamberrismo futbolero, lo que tuvo lugar este año en la final de la Liga de Campeones va más allá de lo normal. Se probó rotundamente que la mafia política que gobierna Europa es más sucia y tiene menos escrúpulos aun que la mafia que controla las apuestas futboleras. Los políticos llevaron a cabo descaradamente lo que ni siquiera los jugadores de la calle o del garito se atreverían. Compraron la final de la Liga de Campeones.
¿Por qué estamos tan seguros de nuestra afirmación? Porque bajo las presentes circunstancias políticas y económicas que se dan en Europa, esta final era una oportunidad ideal para Alemania… Era la oportunidad ideal para el factor más fuerte de la economía europea… La oportunidad ideal para la propaganda unificadora que ha lanzado el gobierno alemán a fin de salvar el estado alemán… Tan ideal que solo una coyuntura diabólica podría convertirla en realidad. Tan ideal que ningún tipo de suerte y ninguna casualidad aceptaría servirla. ¡¿Dos equipos alemanes en la final de la Champions?¡ ¡Más probable sería que un mono llegara a interpretar Rachmaninof tocando accidentalmente las teclas de un piano! ¡Especialmente cuando hablamos de estos dos equipos concretos! De estos equipos concretos y ustedes entienden muy bien de qué hablamos si están al tanto de algunas realidades políticas y religiosas.
Dando por sentado que ni la “suerte” ni la “coyuntura” tienen nada que ver con este cachondeo, es seguro que alguien que ostenta un cargo muy alto ha intervenido para propiciar este resultado. No hay ninguna posibilidad de que todos estos resultados, tan convenientes para Alemania, hayan sido pura casualidad. No podemos considerar casual el éxito de los opulentos acreedores del Norte contra los débiles prestamistas del Sur. Con una España endeudada y saciada de títulos y pseudotriunfos futbolísticos baratos, no sería difícil suponer que retrocedería ante las ardientes necesidades de sus acreedores.
Cuando en un “enfrentamiento” como este, solo Alemania necesita “triunfos” futbolísticos para sacar provecho político, es evidente que la cara política prevalecerá al fútbol barato. Porque es más barato para ambas partes… Para un estado quebrado es más barato vender su orgullo futbolístico nacional para asegurar el carísimo apoyo político y económico que necesita. Para un estado rico como Alemania que corre peligro nacional es más barato comprar el tan valioso consenso nacional por medio del fútbol.
La España vulnerable.
Se suele decir que para un tango hacen falta dos y este es nuestro caso. Pero incluso si suponemos – por razones argumentativas — que Alemania tenía razones muy importantes para comprar la final, eso no es suficiente. ¿Qué puede comprar alguien, si el otro no vende? Es decir, tenemos que examinar – por lo menos a nivel teórico – si España tenía razones para vender…. Tenemos que examinar si le convenía más una derrota que una victoria en el campo… Tenemos que examinar si las ganancias de la derrota eran mucho más grandes que las ganancias que supondría una victoria. Y, por otra parte, no hay que olvidar que España está saciada de títulos futbolísticos.
España lo ha conquistado todo. Su selección es campeona del mundo y, al mismo tiempo, campeona de Europa. El Barcelona es una “máquina” que los últimos años arrasa con todos los títulos. El Madrid es el “rey” permanente de Europa. Lo último que “heriría” hoy a España sería la pérdida de un título futbolístico. Tienen más copas que estantes para ponerlas encima. No les faltan copas sino euros… No les faltan fiestas en las plazas sino empleo. Así, la situación se hace más clara… Lo que le falta a España son euros y los euros en Europa los tienen los alemanes. Lo que le falta a España es empleo y los mayores empleadores en España son los alemanes.
Ahora, pues, que hemos atado cabos, no estaría mal remover un poco nuestra memoria. ¿Se acuerda alguien de unas noticias raras que escuchamos cuando estalló la gran crisis económica en España? ¿Se acuerda alguien, por ejemplo, lo que por aquellos días se decía sobre el caso de Ronaldo? ¿Qué había pasado con la súper estrella del Madrid? El Madrid había “hipotecado” su contrato con BANKIA y este último por su parte se lo dio al BCE como aval para un préstamo. ¿Qué significa eso? Significa que la estrella del Madrid estaba desde entonces como “rehén” bajo el control de los alemanes.
Es decir, si, por cualquier razón, el endeudado y obligatoriamente nacionalizado banco español no pudiera cumplir las cláusulas del préstamo recibido, el “alemán” BCE de Frankfurt podría destruir al Madrid, confiscando a su estrella. Como dueña de Ronaldo, podría mandarle “sufrir alguna lesión” en todos los partidos que le interesara hasta venderlo sin darle al Madrid ni un duro. Y, junto a él, está también “hipotecado” Kaká… Así, los dos galácticos más caros del Madrid están “hipotecados” en los cajones de los usureros de Frankfurt. Si lo deseara, el BCE podría optar por conducir al Real a la quiebra.
Es decir, el Madrid era vulnerable ante un potencial chantaje alemán – que podría haber sido expresado a un nivel mucho más alto y político – a fin de solucionar su problema económico… ¿A qué nivel?… Más alto no podría ser. El Real Madrid de una España endeudada, que está atormentada por los derroches de un Rey sexómano y cuestionado a diario, no tendría problema en ceder en sus pretensiones a fin de asegurar protección alemana al Monarca. El Madrid, como equipo del régimen, no tendría problema en apoyar un gobierno de derechas cuyo líder es acusado de corrupción.
Este Madrid podía muy fácilmente ser convencido a cooperar con los alemanes. Con la tolerancia de las más altas autoridades, políticas y estatales, su presidente podía servir a sus colaboradores alemanes. ¿Sabe el lector que Florentino Pérez es presidente de la empresa constructora ACS? ¿Qué es ACS? Es la empresa que mantiene el paquete mayoritario de acciones de la empresa alemana Hochtief… De la famosa empresa que gestiona con la consabida “honestidad” alemana el aeropuerto de Atenas…. Y el señor Florentino no es un simple colaborador, es un títere de los alemanes con intereses entrelazados…
¿A quién tenía que convencer para llevar a cabo esto? A Mourinho… Y este último tampoco pondría pegas al arreglo. ¿Por qué? Porque era seguro que iba a abandonar al Madrid y el club le debía dinero. Quería cobrar su salario y el casi quebrado Madrid no estaba nada seguro de poder disponer del dinero para pagarle. Si el BCE “segara la hierba” bajo los pies del Madrid, Mourinho no cobraría nada. Posiblemente la derrota le aseguraba lo que la victoria ponía en duda. Por eso, el excéntrico y ególatra entrenador estaba casi feliz después de la eliminación de su equipo. Por eso, él que se queja de todo era tan “generoso” con los alemanes y no escatimó en cumplidos.
Todo lo podía hacer este Madrid de Pérez y de Mourinho… siempre que no pasara algo que molestara mucho a sus aficionados… Siempre que no se aprovechara de la situación el F.C. Barcelona… Totalmente lícito y conveniente para los alemanes… Ideal, ya que no les bastaba tener solo un equipo en la final. Querían tener ambos puestos suyos y el otro “billete” era disputado por el Barcelona… Por el equipo del “pueblo” que hasta hace poco no aceptaba poner publicidad en su camiseta. ¿Cómo conseguirían chantajear al Barça? Como veremos, no era nada difícil ya que, en realidad, era un equipo con problemas parecidos.
Ante un chantaje alemán, el Barça era igual de vulnerable que el Madrid… El Barça de la Cataluña endeudada, que busca apoyo político y económico en Europa…  Un Barça que refleja las “ambiciones” irrendentistas de los catalanes, pero que al mismo tiempo es rehén de sus deudas… Un Barça que, aunque finalmente se puso la publicidad de Qatar en su camiseta, no consiguió subsanar sus problemas… Un Barça que es también “rehén” de los endeudados bancos de España y de Cataluña, que se mantienen gracias a la “intubación” sostenida por el BCE.
También en este caso, había la posibilidad de un “contacto” a nivel superior y con condiciones claras. El Barça, saciado de títulos, podía tolerar una derrota… Siempre que esta derrota no favoreciera al odiado Madrid. Así pues, era muy fácil para el Barça vender un poco de su presente futbolístico para comprar un futuro económico mejor. Además, no hay que olvidar que el Bayern ya había comprado al entrenador de los títulos catalanes. Cuando Guardiola llegó a Munich, a lo mejor llevaba consigo mucho más que un cuaderno de entrenador.
Guardiola es un factor nada despreciable… Él proviene de las entrañas del Barça. No conoce solo a la dirección del equipo… Conoce hasta los vendedores de bufandas en las entradas del Camp Nou… Sabe hasta las llaves de paso que tienes que abrir para regar el césped del campo… Hasta qué manilla de puerta está rota en los sótanos del estadio. Él es el creador y protector de la súper-estrella argentina del Barça. Él es el creador y protector del entrenador del Barça. Villanova era su asistente y Guardiola cuidó de él cuando salió del equipo “nombrándole” sustituto. Así pues, convendría a su gobierno, a su estado, a su “benefactor” que no lo dieran todo, ¿y ellos lo harían?
Incluso su contratación por el Bayern no se realizó de manera normal. Al contrario, se realizó de una manera insólita que asemeja a los acontecimientos recientes en Vaticano. Fue contratado como Papa mientras había otro Papa. Fue contratado como “salvador” de un equipo que, en teoría, triunfaba tanto en el interior como en el extranjero, es decir, por un equipo que no necesitaba “salvación”.  Fue contratado como entrenador mientras que el Bayern tenía entrenador… Un entrenador exitoso, si se piensa que Heynckes hasta el momento que se escribe este análisis sigue conduciendo al Bayern de éxito en éxito. Ganó la liga alemana con una enorme diferencia de puntos y condujo al equipo a la final de la Champions… Hizo lo mejor que teóricamente podía hacer un entrenador.
Se probó tan bueno que se rumorea que está en conversaciones con Pérez para suceder a Mourinho en el banco del Madrid. Nada que ver con el caso de Ferguson, por ejemplo, que quería retirarse. Entonces, ¿por qué los bávaros contrataron a Guardiola en el momento en que su entrenador obtenía resultados satisfactorios y seguía disputando todos los títulos? En fin. Desde hace bastantes meses los bávaros pagaban a Guardiola para que pasara su tiempo entre las oficinas de la dirección de Bayern en Munich y los vestuarios del Barça, ya que apenas empieza su carrera internacional y solo en Barcelona tiene amigos y conocidos.
¿No es raro todo eso? Pero que conste que cuando hablamos de pretensiones alemanas, lo raro siempre esconde intereses. Es la táctica de siempre de los alemanes; así que, ¿por qué no seguirla una vez más? ¿Podían chantajear al Madrid con quiebra y dejarían la oportunidad escapar? ¿Los alemanes? ¿El momento que podrían aprovecharse de la situación para influir en su comportamiento atlético según les convenía? ¿Era posible que el Bayern tuviera en sus filas un factor que podía influir en el entrenador y la súper estrella de sus oponentes y lo dejara sin aprovechar?
Todo eso que decimos no carece de fundamento para alguien que sabe buscar… Especialmente cuando este alguien son las autoridades judiciales de un país. Quien se interese por saber la verdad, sabe dónde buscar. Busquen ustedes en las cuotas que pagaban las casas de apuestas internacionales para las victorias de los alemanes. Busquen ustedes en qué apostó alguna gente que ostenta puestos altos en el fútbol español. Busquen ustedes a ver si por casualidad la “derrota” ofrecía más ganancias a los españoles que una posible victoria. La victoria de los alemanes en el Camp Nou se pagaba a 4 por 1. Y el Barça en este partido no marcó ni siquiera un gol, echando por tierra una de las más seguras apuestas de marcador.
Todo esto no es nada accidental. En las apuestas está la “recompensación” de los españoles… Por lo menos, de algunos españoles-“profetas” que sabían que sus equipos iban a sufrir la derrota total antes de que los jugadores pisaran el campo… De algunos españoles cuyos “visiones” les cubrieron los gastos del próximo año. Porque solo en una visión se puede “ver” un criador de cerdos (Schweinsteiger) celebrando a costa de un jugador tan talentoso como Messi.
La crisis económica “obligó” a Alemania a comprar la final.
Ahora que hemos visto por qué era posible que España quisiera “vender”, vamos a ver por qué Alemania querría “comprar”… Ya lo hemos dicho… El tango es un baile para dos. No basta que alguien quiera “vender”… Hace falta encontrar las razones por las que el otro lado va a “comprar”. Pero, para que sea todo esto más comprensible para el lector, tenemos que explicarle algunas cosas desde el principio… Tenemos que explicar algunas cosas sobre Alemania y por qué en este momento necesita — como estado y como pueblo — cualquier cosa que haga a los alemanes que se sientan como un “pueblo”. Aunque sea un título futbolístico. Tenemos que explicar por qué ahora – y no en ningún otro momento – Alemania se tomó la molestia de “darlo todo” – aunque fuese fuera de los campos del fútbol – para asegurarse este título… Tenemos que explicar por qué deseaba una final puramente alemana y no solo una participación victoriosa del Bayern.
Para contestar todo esto, sin embargo, hacen falta conocimientos más allá del fútbol. Para empezar, hay que perfilar el ambiente político y económico dentro del que los estados y los pueblos dan sus luchas… Todas sus luchas… Hasta las de menos importancia como las futbolísticas. Es primordial hacerlo porque, hoy en día, el ambiente político y económico es el factor que condiciona el comportamiento de todos de manera más determinante. Europa hoy está en su peor momento desde el final de la Gran Guerra y eso ha influido en la función de los estados que la componen. La enorme crisis económica que va desmantelando las sociedades del Sur ya ha empezado a acechar incluso a Alemania… y la acecha muy de cerca… Más de cerca de lo que se puede soportar… Se le acerca como fuego que se acerca, no a un simple pajar, sino a un polvorín lleno de explosivos.
En el caso de que la crisis pase el umbral del estado de Merkel, la explosión amenaza no solo a Alemania sino a Europa entera. Los alemanes corren el peligro no simplemente de sufrir algunas “quemaduras” sino de saltar por los aires. Pero, ¿por qué existe este peligro para un país que aparentemente prospera? Porque el caso de Alemania es especial. Porque Alemania es un país cuyo desarrollo no ha sido normal. Porque Alemania se desarrolló a costa de los demás europeos. Ganó a sus rivales sirviéndose de métodos ilegales y ahora tendrá que enfrentarse a las consecuencias de esta opción. Porque su supremacía antes de la crisis, se debía a lo que ahora amenaza con matarla.
¿Qué significa eso? Significa que la crisis no conduce a Alemania a una caída suave como pasó con todas las demás economías europeas. La crisis no conduce simplemente al retraso de un ritmo de desarrollo que era de todas formas intenso. La crisis amenaza a Alemania con una explosión porque la planificación de la Unión Europea era totalmente inaceptable y absurda. Era una planificación que infló a Europa como si fuera un globo que ahora, con la presión ejercida, no se puede desinflar normalmente y va a reventar. Y, por más que esto suene raro, Alemania puede entrar en una crisis mayor que la de los otros países de un momento a otro.
Esto es normal. ¿Por qué? Porque su desarrollo exagerado se ha basado en un artificial endeudamiento excesivo y así cualquier tipo de desaceleración puede convertirse en detonante de “explosión”… Y esta desaceleración parece ya inevitable. Porque a pesar de que Alemania dispone de las mejores fábricas de Europa, sus clientes han agotado sus posibilidades de consumo hace tiempo. Las fábricas de Alemania trabajan día y noche pero, en realidad, lo que hacen es acumular productos para un mercado que ya no absorbe nada. Las bodegas y los almacenes se llenan de productos carísimos que no se pueden disponer en el mercado, así no solo no dan ganancias a sus productores sino tampoco amortizan el dinero que se ha invertido para su fabricación. Las ganancias de los años pasados se acumulan en las estanterías y amenazan a sus beneficiarios.
…Todo va contra Alemania. Las evoluciones negativas en la economía mundial le provocan daños. Incluso las devaluaciones de varios países la amenazan. Las economías nacionales se devalúan una  tras otra y eso afecta directamente a Alemania. ¿Por qué? Porque las devaluaciones reducen los empréstitos estatales y esta reducción se traduce en menos encargos para las especializadas empresas alemanas que se aprovechan del desarrollo de infraestructuras estatales para especular… Empresas como Siemens, Krupp, MAN etc. están ante un enorme problema ya que la crisis mundial fuerza a los estados a recortar en inversiones públicas… Empresas como Tyssen Krupp, que dispone de más de 150.000 empleados en más de 80 países por el mundo dependen directamente de las inversiones públicas de los estados.
Estas empresas se enfrentan a enormes problemas cuando las inversiones estatales se reducen. Sus costes son tan altos que un año de inactividad puede llevarlas a la quiebra. Pero el problema no son las empresas en sí. Si el problema se limitara a ellas, la consecuencia sería un moderado retraso del desarrollo. Pero no es este el caso. La amenaza resulta por el efecto dominó que transmite los problemas de estas empresas a los “puntos débiles” de la “máquina” alemana. Los problemas de estas empresas se transmiten directamente a los bancos alemanes… A los bancos de los usureros de Frankfurt.
¿Por qué pasa esto? Porque así se montó la “prosperidad” alemana de los años pasados. De manera absurda e ilegal sobre préstamos enormes. Prestamos que “tiraban” de las empresas alemanas como una locomotora tira de unos vagones sobrecargados de combustibles. Los alemanes – a fin de conseguir la supremacía absoluta – se prestaban increíbles cantidades de dinero para obtener conocimientos especializados incomparables. Además, para asegurar la clientela correspondiente, corrompían a las élites políticas y – cuando era posible – prestaban dinero a sus clientes para que ellos pudieran consumir sus productos. Es decir, corrompían las élites políticas de los otros estados a fin de prestarles dinero para consumir productos alemanes.
Los bancos alemanes se prestaban cantidades exorbitantes para poder conceder préstamos a los clientes de los alemanes. Los clientes de los alemanes tomaban dinero alemán para comprar productos alemanes. Bancos como Deutsche Bank se habían especializado en la corrupción, en los fraudes y en los swaps (las permutas financieras) a fin de asegurar enormes encargos para la industria alemana. Al mismo tiempo, estos bancos financiaron el desarrollo de la industria alemana para ayudarla a poder cumplir con los encargos que estos mismos le habían ofrecido.
Mientras la “locomotora” avanzaba al ritmo de los intereses de los “vagones”, parecía impecable  y segura. Cumplía con facilidad sus obligaciones y estaba corriendo. Sus ganancias eran más que sus gastos mensuales y no tenía problema. Pero aquí está el peligro. La “locomotora” tiene que avanzar a un ritmo concreto.  A un ritmo que no se permite caer por debajo de un mínimum. La velocidad de esta “locomotora” no se puede reducir bajo este mínimum, porque descarrilará por el impulso de los vagones. Es decir, no hace falta un frenazo abrupto para tener un accidente. Basta que la velocidad baje un poco y el resultado será el mismo.
¿Qué significa esto? Significa que Alemania no puede seguir los altibajos del mercado y está obligada a seguir al mismo ritmo, independientemente de la crisis. No puede reducir su desarrollo porque sus préstamos la arrastrarán consigo. Algo que para los otros estados es relativamente inofensivo, para Alemania es mortal. Si los otros estados corren peligro de accidente solo en el caso de un frenazo abrupto, para Alemania el accidente puede ocurrir por una simple bajada de velocidad. Mientras que los otros países pueden reducir su producción para adaptarse a la crisis, esto para Alemania es imposible.
Alemania tiene que seguir tomando cada curva a todo gas como pasaba en la época antes de la crisis. Para mantener sus fábricas trabajando día y noche, ha tomado prestadas enormes cantidades de dinero, así que no puede parar mientras que estos préstamos la arrastran a un ritmo determinado por los intereses… Un ritmo que hasta hace poco, con los intereses privilegiados, parecía bajo y seguro, ahora con la crisis se convierte en rápido y peligroso. Ahora Alemania está obligada a producir sin haber recibido encargos porque simplemente no puede parar. Tendrá que producir al máximo incluso si ve que va a estrellarse contra la pared de un callejón sin salida.
Por eso hablamos de un efecto dominó. En cualquier caso, un retroceso en el ritmo del desarrollo provocará un “accidente” cuyas consecuencias no se limitarán al campo de la industria. Incluso si la “locomotora” de la industria trata simplemente de bajar de velocidad, la economía descarrilará y los préstamos de la “inigualable” industria alemana, se volverán no rentables. Este daño destruirá las industrias pero rebotará también en los bancos. Estos últimos no solo se encargarán de los daños debidos al desplome de la clientela de los alemanes sino que, además, se encargarán de los daños debidos a un retraso normal en la producción en percibir dicho desplome, que se reflejará en la caída de los encargos.
¿Por qué nos referimos a este círculo? Porque, tarde o temprano, todo este peso de la recesión caerá sobre el estado y el pueblo alemán. La crisis mundial y el retroceso del mercado se convertirá al principio en un daño bancario y, a continuación, en un daño estatal. Lo que pasó en Irlanda y en Grecia, pasará también en Alemania. Como a los pueblos de los otros países les obligaron a pagar por los crímenes y los errores de los usureros, lo mismo le pasará también al pueblo alemán. El “hueco” en su sistema bancario se convertirá en deuda nacional. El ya súper-endeudado estado alemán se encargará, además, de los enormes daños de sus bancos… De unos bancos que no podrán cobrar el dinero que de manera abusiva prestaron a todos aquellos que desde el principio estaba claro que en cierto momento no se lo podrían devolver.
El lector puede concebir la magnitud del problema con simples permutaciones. Si Grecia se hundió por el “hueco” que dejaron los 250 miles de millones de sus bancos, podemos entender qué va a pasar en Alemania cuando ella se encargue de sus bancos con su monstruoso tamaño… Cuando tenga que recapitalizar su sector bancario, que ya ha empezado a tambalearse… Hablamos de enormes cantidades de dinero, a lo mejor de decenas de trillones que algunos tendrán que pagar. Algunos van a asumir este enorme peso y serán ellos mismos, los que hoy parecen estar en el mejor estado económico… El daño siempre afecta a los que tienen, no a los que no tienen.
Todo esto “se acerca” a Alemania… Se acerca a ellos que tendrán que pagar el daño. Se acerca a una Alemania que, ante el miedo, empieza a “dispersarse”. Eso pasa siempre. Cuando una catástrofe se acerca, las “ovejas” se dispersan para salvar cada uno su pellejo. De esto tienen miedo ahora en Alemania. Tienen miedo de que el enorme daño económico vaya a sembrar la discordia entre las componentes nacionales de la Alemania Federal y ponerlas frente a frente. Este es el terror de Alemania. Por esta razón, un poco antes de las crisis trata de comprar “triunfos” baratos nacionales a fin de fortalecer un poco más su cohesión defensiva mediante propaganda. Trata de adelantar lo que va a ocurrir convenciendo a los alemanes de que permanezcan unidos para afrontar el desafío que los amenaza.
La Canciller de la Catástrofe tiene por delante unas elecciones que quiere ganar a cualquier precio. Quiere ganarlas para servir, por una parte, los intereses de sus jefes y para mantener, por otra, la unión de Alemania. En una Alemania donde— con los primeros síntomas de la crisis — empezaron ya a generarse fuerzas centrífugas… Fuerzas, que como es totalmente natural, se expresan en una primera fase por los que tienen los mayores intereses… Por los que ya ven que van a pagar la mayor parte del daño… Por los que tienen… Por los que se sientan en el primer vagón del tren y son los primeros que verán la “curva mortal”… Por los que cuando Alemania se vea obligada a imponer medidas tributarias a la griega, van a desangrarse.
El rico sur católico ha empezado ya a reaccionar ante los gastos de los ambiciosos planes del norte protestante. La rica Baviera ya reacciona a su continua sangría de la mucho más débil Prusia. Algunos en Múnich no ven con muy buen ojo las pompas imperiales de la ciudad de Berlín. Algunos bávaros han empezado a calcular lo que le dan al estado en comparación con lo que reciben y eso no es buen augurio para una federación como la alemana… Para una federación que mediante el dinero “casa” naciones, mentalidades y doctrinas religiosas contrarias… Para una federación en la que basta una “chispa” para prenderle fuego.
Como entiende el lector, la crisis económica en Europa va a poner a prueba no solo las economías nacionales del continente sino además a sus pueblos. Y está claro que algunos de ellos no van a perdurar bajo estas circunstancias peligrosas. Pero, en este ambiente “ardiente”, donde difícilmente sobrevive incluso un sistema estatal convencional, ¿cómo va a sobrevivir un sistema artificial como él de Alemania? Cuando está amenazado hasta un sistema nacional convencional de cohesión férrea, ¿cómo puede tener esperanzas un sistema como el alemán que parece de madera? 
La estafa más grande de la historia europea.
Las estafas se llevan a cabo por estafadores y las mayores estafas por estafadores aún mayores. Así cuando denunciamos a Alemania por la mayor estafa en el fútbol moderno, no decimos nada raro… Esto es normal y lo contrario nos parecería raro… Sería raro si Alemania no ostentara el récord de las estafas. Sería raro si Alemania necesitara distinciones futbolísticas y no intentaría conseguirlas con medios ilícitos. ¿Por qué? Porque Alemania está conectada por naturaleza con el concepto de estafa… Su propia existencia estatal es una estafa… Su propia existencia nacional es una estafa… Y como consecuencia, todo esto le resulta perfectamente familiar.
Para los alemanes, el concepto de la moral es mucho más complejo que para los otros pueblos. Para los alemanes, la mayoría de las veces es moral lo que les conviene y nada más. Por lo demás, su moralismo proverbial es simplemente tema de educación. Evidentemente tienen buenos “maestros” que les han enseñado a quejarse gritando incluso cuando cometen crímenes. Les han enseñado a mover el dedo en señal de reproche incluso cuando lo tienen sumergido en la “miel” robada. No es casual que los más “morales” de los europeos se condenen a diario en todas las latitudes del planeta. No es casual que los que denuncian la corrupción mundial sean los mayores corruptores que el mundo ha visto después de la segunda guerra mundial.
Hablamos de récords mundiales que difícilmente serán batidos en el futuro. Los alemanes han sido condenados hasta en tribunales en la selva. Sentencias condenatorias puede que se las hayan escrito hasta en hojas de plátano. Pero no les importa un bledo… Basta que hagan su trabajo. No es casual que “regañen” a los griegos por casos de corrupción que han provocado ellos mismos. Grecia “arde” por el escándalo de Siemens y los moralistas alemanes sobornan a los políticos griegos con las listas de su empresa. A diario se descubren escándalos que, si implicaran a otro estado, el planeta estaría sacudido.
¿Por qué extrañarnos entonces por la compra de una final? ¿Son menos raros los prepagados submarinos alemanes que se oxidan en los astilleros griegos y nunca van a entrar en el agua? ¿Son menos raros los carísimos trenes alemanes que son incompatibles con la red ferroviaria de Grecia y se oxidan en las estaciones de trenes de OSE (la compañía ferroviaria nacional de Grecia). ¿Es menos raro el sistema de seguridad C4I que le costó a Grecia un montón de dinero y ahora no funciona? ¿Todos estos casos raros no suponen ejemplos de la célebre “moral teutónica”? De esta moral estamos hablando. De una moral que estamos seguros que ha salido ya de los astilleros, las estaciones y las obras y ha entrado incluso en los campos de fútbol… Ha cambiado solo la “sala”, no la “obra”, y nosotros somos público en ese mismo espectáculo… Alemania, con su consabido e “inigualable” método, compró la final de la Champions. De la misma manera que con los “méritos” de Siemens y Krupp conseguía todos los concursos, lo mismo hizo también con el Bayern y el Dortmund.
Business as usual, como dirían los anglosajones. Así, no tiene sentido decir nada más sobre su falta de inmoralidad. Lo único que tenemos que explicar es por qué necesitaban comprar en este momento, algo tan poco importante y – seguro – con un coste muy alto. Eso nos interesa más que si los alemanes tenían algún dilema moral o no. ¿Por qué necesitaba Alemania comprar un título futbolístico que – aunque fuera de poco valor – seguro le iba a costar mucho? En nuestra opinión, Alemania tenía que recurrir a esta acción porque simplemente necesita títulos de este tipo para sobrevivir como estado entre otros estados.
Se trata de un estado artificial con necesidades especiales. Como el discapacitado Schäuble necesita un carrito para asegurar un movimiento que para los demás es natural, de la misma manera Alemania necesita ayuda para asegurar lo que para los otros pueblos es natural. Cuando tu historia empieza a principios del siglo pasado y en sus pocas páginas encuentras solo condenas por crímenes masivos contra la humanidad, es obvio que un título, aunque sea en ping pong, supone un párrafo agradable y bienvenido entre un sinfín de informes condenatorios. Cuando como estado no tienes que exhibir ni Termópilas ni Maratón, una copa es algo…
Alemania es la mayor estafa de la historia europea… El estado-niño de la probeta judía. Un estado creado por sus dueños extranjeros y no por su pueblo. Un estado que “creó” una nación y no fue creado por una nación como pasó con los demás… Alemania no existía antes de los judíos… Antes de Marx, de Luxemburg y, claro, el financiero de estos “comunistas”, el notorio Rothschild, no existía Alemania. Estos judíos fundaron Alemania y la entregaron a sus víctimas para que la adoraran como patria. Los judíos pagaron a Hitler para fundar Alemania y desde entonces mantienen esta “comedia” nacional con cualquier nimiedad que tengan a disposición, principalmente con la selección nacional de fútbol… Es trágico solamente pensarlo.
Alemania, como estado, como pueblo y como nación es un Hitler y tres copas mundiales en el fútbol… Nada más. Por más que busque alguien, no va a encontrar nada más que una a los alemanes en una “plataforma” común… Que una Baviera con Prusia… Que una al sur católico con el norte protestante…   La farsa de los siglos. Por eso recurren a los campos de fútbol los hombres de la canciller. Por eso la vieja de Berlín “irrumpe” en los vestuarios de los equipos de fútbol. Aparte del fútbol, no tienen nada más que celebrar en el nombre de la Alemania común.
Esta fue la gran artimaña de los judíos. La artimaña provisional de la Alemania Unida de Weimar, que se convirtió en permanente por medio de las guerras. Financiaron a Hitler – que probablemente era judío – para desencadenar la guerra más criminal en la historia de la humanidad y para asegurar Weimar. Pusieron a los prusianos y bávaros a cometer crímenes como alemanes, para atraparlos en una eterna “jaula” común. Los pusieron a librar guerras perdidas de antemano, porque querían manejar las consecuencias de las derrotas.
Ellos les dieron su “destino”… El “destino” común para todos los que se conectan con crímenes atroces, tengan o no la culpa… El “destino” de los hijos de un “violador” del que, hagan lo que hagan, no pueden escapar… De unos hijos que tienen miedo de la sociedad, y la sociedad los odia incluso si ellos mismos no son criminales… De unos hijos que para sobrevivir tienen que estar unidos y así recordar y usar como tabla de salvación lo que deberían “olvidar”… Es trágico solamente pensarlo.
Esta Alemania, la históricamente “mutilada” fue “inventada” por los judíos. Los alemanes no fueron ni siquiera “artistas invitados” en su planificación y en su creación. La Alemania Federal supuso la visión de Hitler y de los judíos que lo financiaron… La visión de los judíos usureros de Nueva York y de sus empleados en Europa…  El gran truco de los judíos de la Europa central… El logro de Marx, de Luxemburg, de Cohen, de Kautsky, de Babel, de Bernstein y de Kafka… Un torrente de sangre que hundió en las tinieblas a Prusia, Baviera y todos los hasta entonces principados independientes alemanes.
Una “máquina” absolutamente fascista cuyos jefes y dueños reales nadie conoce… El estado Nazi que destruyó a Europa con la guerra… El estado Nazi que hipnotizó a Europa, disculpándose después por esa guerra, hasta volver a levantarse sobre sus pies para agredir de nuevo… El estado Nazi, que vuelve a hundir a Europa en el caos y la desesperación… Esta incolora y religiosamente unida Alemania fue “inventada” por los judíos…
Un logro que para llevarse a cabo tenían que ser aniquiladas todas las tendencias centrífugas dentro de la construcción alemana. Tenían que ser “derrotados” los instintos religiosos y nacionales de los pueblos que la componen… Instintos que existían desde siempre ya que habían precedido odios y masacres entre ellos. Prusianos y bávaros se habían masacrado entre ellos. Sus odios eran grandes y eso era el problema más difícil que tenían que superar los judíos para “acorralarlos” todos en su “negocio” alemán.
Para conseguir esta unión paradójica, tenían primero que afrontar el asunto religioso, que diferenciaba a los alemanes entre sí y les daba su identidad particular… Una identidad particular permanente que suponía una amenaza igual de permanente para el estado alemán…. Sabían que desde el momento que consiguieran “congelar” el hasta entonces punto “candente” de los internos conflictos religiosos, todo lo demás sería fácil en su manejo. Por eso los más poderosos y arteros de los sionistas lucharon con pasión absoluta para forjar una ideología dentro de Alemania.
Sabían que solo si se saltaran el asunto religioso, sería posible unir las dos dominantes entidades alemanes, las tan diferentes a nivel nacional y religioso, en el mismo estado. Por medio de la ideología, trataron de ablandar el odio entre los dos diferentes credos religiosos de las dos diferentes naciones. Trataron — y finalmente consiguieron — “introducir” en Alemania los supuestos “conflictos” ideológicos que ellos mismos protagonizaban, a fin de “tapar” los respectivos conflictos nacionales y religiosos entre prusianos y protestantes.
Con el mismo fin, sacaron del “cuadro” de la división alemana a Lutero y pusieron en su lugar a Marx. Sacaron del “cuadro” al Káiser prusiano que “irritaba” a los bávaros y pusieron en su lugar a idealistas “alemanes”. Todas las “supuestas” ideologías socialistas que dividían los alemanes en nuevas “plataformas”, que más tarde iban a confundirlos y desorientarlos, eran “compradas” por los banqueros judíos. Esto los judíos no lo hicieron por razones de sensibilidad social o de cultura sino por interés. Tenían la ambición – y con razón como se probó más tarde – de que la supresión de los instintos religiosos de los dogmas dominantes de Alemania les favorecería.
Tenían la ambición de dividir a los alemanes en socialdemócratas y cristianodemócratas fanatizados para que ellos dejaran de recordar que antes eran protestantes y católicos. Para que dejaran de recordar que antes eran prusianos o bávaros. “Sintonizaron” la socialdemocracia con la “frecuencia” protestante y la cristianodemocracia con la “frecuencia” católica y lo “taparon” todo bajo su dirección y control. Tanto SPD como CDU son partidos de ellos. Ellos solos eligen a los líderes de Alemania. Ellos solos imponen las leyes federales de Alemania. Ellos solos planifican la agenda “nacional” de Alemania.
Los alemanes se pueden fanatizar solo por algo que ellos mismos consideran “legal”. Se pueden fanatizar por los partidos, pero no por sus orígenes nacionales. Se pueden fanatizar por su “orgullo” alemán”, pero no por su carácter especial prusiano o bávaro. Se pueden fanatizar por cualquier cosa, pero no pueden salir fuera de los límites que sus jefes les han impuesto… Sus jefes que, cada vez que se descarrían, les recuerdan tanto a ellos mismos como a su entorno que son los “hijos del violador”. La misma gente que ha sistematizado la propaganda antialemana en Europa, “protege” a los alemanes de los europeos.
Los historiadores del futuro van a usar a Alemania como el ejemplo absoluto de una nación que se construyó artificialmente, en detrimento de los pueblos que supusieron su materia prima. Los prusianos y los bávaros van a probarse los “cobayas” más gigantescos el mundo jamás conoció.
Cuando la historia nacional “se encuentra” con camisetas y pantalones cortos.
El primero que percibió la idea de “cultivar” el orgullo alemán por medio de los deportes era el arquitecto del alemanismo, el propio Hitler. Desde el momento que sabía que lideraba una nación artificial que se basaba en “ruinas enfrentadas”, tenía que encontrar un modo para atraparlos. Y esto era posible solo mediante “pseudotriunfos” deportivos.
Es decir, Merkel y sus predecesores no hacen nada más que imitar la exitosa táctica de Hitler. La única táctica que concede a un pueblo un tipo de “tradición” deportiva. Algo como cursos intensivos de “especialización” nacional. Cursos intensivos de adquisición de “memoria” común nacional, aunque esta “memoria” incluya cosas insignificantes.
Es decir, los alemanes trataron de “forrar” la “férrea” carga negativa que compartían después de los crímenes cometidos en las guerras, con algo más “aterciopelado” y “atractivo” para hacerla menos repugnante. Desde el momento en que estaban “atados” juntos por sus crímenes comunes, intentaron maquillar “esta atadura” para embellecerla y hacerla menos repulsiva para las generaciones venideras. Desde el momento que todos eran “alemanes” a causa de sus comunes crímenes alemanes, tenían que encontrar algo que hiciera la situación un poco más atractiva. Para esto era útil el deporte y por eso invirtieron tanto en él desde el primer momento.
…Invirtieron tanto que alguien podría acusarlos de crímenes contra la humanidad. Es decir, incluso por razones deportivas alguien podría acusarlos de crímenes contra la humanidad. Esta gente es increíble. ¿Quién puede olvidar los crímenes de Alemania del Este que, a fin de demostrar de nuevo la superioridad “alemana”, llenó de cánceres a la juventud alemana? ¿Quién puede olvidar al Mengele moderno con el nombre Manfred Heppner? Este era el médico deportivo de la Alemania del Oeste que mandó a muchos de sus compatriotas a la muerte, a la locura o a los quirófanos para cambiar de sexo.
Estos “logros” del criminal estalinista no solo se quedaron impunes, sino que además fueron considerados, evidentemente, “legado” nacional y se adoptaron por el estado alemán al igual que los “frutos” de ellos. El estado del discapacitado Schäuble que personalmente protegió a los criminales. Él mismo veló por la seguridad y la impunidad de los ex cómplices de Merkel. ¿Por qué? Porque esto imponía el legado artificial de Hitler. Esto imponía el guión de la creación del “Super-alemán”, que pertenece a una nación “superior”.
Como entendemos, “superior” era la “zanahoria” a la que sigue el “caballo”; la “nación” era el objetivo. Una nación intentaban crear los NAZIS alemanes y para ello arrastraron al mundo a las estupideces. Querían crear una nación “superior” porque tenían que “tapar” las naciones inferiores de los prusianos y de los bávaros. Este era el secreto de su planificación y por eso hemos escuchado todas las estupideces del mundo saliendo de su boca… Era un tipo de “tapadera”. Y como el deporte clásico no se ofrece para la creación y el cultivo de fanatismos colectivos, la gran inversión alemana con respecto a su “superioridad” tuvo lugar en los deportes de equipo y principalmente en el fútbol…  En la “metadona” de los pueblos que puede servir como “sustituto” del “opio” religioso, citando las palabras del filósofo “alemán” Marx.
Como lo que tenían no les servía, los “constructores” de la “nación alemana” no tenían otra opción que invertir en “sustitutos”. Si para una nación convencional le basta su historia como factor aglutinador para avanzar a través de los tiempos, para la nación alemana era imperativo fabricar rápido una pseudohistoria. Para los griegos de las Termópilas, de la Democracia, del Maratón, del Olimpismo, de Atenas, de Esparta, de Alejandro Magno etc., el triunfo en la Copa Europea de fútbol el 2004 en Portugal es para reír cuando se toma cervezas. Para los alemanes, por otra parte, del Holocausto y de los criminales, una copa futbolística es la única razón por la que podrían sentirse orgullosos… Es el único acontecimiento que forma parte de una memoria común positiva. Todo lo demás que les “conecta” como alemanes es negativo.
Lo que para los otros pueblos es primordial y razón de orgullo, para los alemanes es razón de vergüenza. Lo que para los otros pueblos es secundario y se deja a la suerte, para los alemanes es fundamental y se cultiva sistemáticamente. Así pues, dado que en los importantes acontecimientos de la Historia Europea, los alemanes se han encontrado siempre en el lado “oscuro”, es evidente que los pocos “triunfos” que tienen para celebrar son los “triunfos” legales que han conseguido en momentos irrelevantes de estos períodos históricos. Los alemanes son triunfadores y “valiosos” solo en cuanto a “triunfos” deportivos insignificantes en períodos de paz.
…”Triunfos”, que deben “unir” a los prusianos y a los bávaros bajo los comunes “símbolos” alemanes… “Triunfos” que no deben despertar viejos e indeseables “recuerdos” de los pueblos alemanes, sino crear nuevas “experiencias” comunes… “Triunfos” legales y reconocidos por una Europa que nunca se benefició de los “triunfos” alemanes. Por esta razón el paraestado alemán “se anidó” en los equipos de fútbol desde la época de Hitler.
Los equipos de fútbol jugaban el papel provocador que convenía a Alemania. “Filtraban” las viejas “pasiones” y las presentaban como convenía al poder. Se aprovechaban de los símbolos viejos en campos insignificantes y los sometían a la nueva ideología alemana. Disimulaban que eran clubes bávaros o prusianos, los cuales, sin embargo, estaban bajo el control total de los intereses partidistas de los partidos conocidos.
De esta manera confundían el ánimo de los alemanes. En las gradas de los campos, rebajaban — y en muchos casos ridiculizaban — los antiguos símbolos honrados de los pueblos de Alemania, para dar valor a los nuevos. Este era el truco. Rindieron lo “santo” y lo “sagrado” de los pueblos de Alemania a las hordas iletradas, para “conjurarlo”… Para neutralizarlo, confiriéndole un carácter pintoresco artificial que remite a símbolos “medievales” olvidados. Por culpa de ellos, algunos llegaron al punto de ver estos símbolos y pensar en tatuajes de moteros extravagantes y marcas de cervezas.               
Todo esto no es una casualidad. Se trata de una táctica política aplicada por los partidos dominantes. Los clubes de fútbol en Alemania son trastiendas de los partidos políticos, sirven a sus intereses y les garantizan seguidores “profesionales”. Mediante estos clubes conseguían los “ejércitos” privados que usaban a su voluntad. Ahí reclutaban a sus fanáticos y comprometidos provocadores, que antes encontraban en las juventudes de los NAZIS. Ahí tenían garantizadas masas organizadas para hacerlas aparentar de seguidores fanáticos de los eventos de los partidos políticos. Ahí tenían garantizada masa siempre “presta a colaborar” y que soportaría con “rabia” y “pasión” todo lo que le indicaran los gobernantes de Alemania… Los enemigos del estado alemán aislados y debilitados, y sus “seguidores” absolutamente organizados y financiados por el estado.
Este  circuito del paraestado alemán se preocupa hoy por la integridad de Alemania y trata de “emborracharla” de nuevo con un nuevo “triunfo”. El circuito de CDU y SPD, que monopoliza el poder por cuenta de los NAZIS y los judíos, percibe al pueblo alemán como enemigo y quiere atraparlo de nuevo. Por eso compraron toda la Final y no solo su resultado. La compraron literalmente, si se piensa como llegó el Dortmund hasta la final.
A los tribunales de UEFA recurrió el Málaga por el gol en fuera de juego que le dio al Dortmund el billete para las semifinales. Por un gol que decidió el partido en el minuto 93 donde la mitad de los jugadores del Dortmund estaban en fuera de juego. Todavía se ríen los que saben de fútbol. El Dortmund literalmente compró su pasaporte a la semifinal amañada… El paraestado alemán lo arregló todo. ¿Por qué? Porque no deseaba simplemente la participación del Bayern en la final. Un éxito del Bayern puede que tuviera resultados contrarios a los deseados. Podría estimular el nacionalismo de los bávaros que “pagan”, algo extremamente peligroso para la vulnerable Alemania actual. Los resultados de la Final deberían ser “unificadores” para Alemania, no disgregadores.
El objetivo no era que los bávaros se erigieran vencedores y así “superiores” a todos los demás – de los prusianos  incluidos – sino que los alemanes se erigieran superiores a todos… Todos los alemanes, independientemente de su origen nacional o su preferencia de partido, ya que ambos “partidos” habrían conseguido su objetivo. Por eso “plantaron” en la Final de la Champions los dos “eminentes representantes” de las “tendencias legales” en Alemania… Los representantes de los bávaros y de los prusianos… Los representantes de los católicos y de los protestantes… Los representantes de los cristianodemócratas y de los socialdemócratas. Todas las “células” de la “superioridad” alemana presentes en la Final. Los equipos que lo “tapan” todo en el nombre de las ideologías, disputando la final para “embriagar” de nuevo a los alemanes.
Este es el papel que tienen que jugar ahora los equipos de los “alemanes” ¿Cuáles son los fanáticos alemanes en Alemania que han empezado ya a aprovecharse del “triunfo” alemán? Los hijos de los antiguos NAZIS, los más ingenuos de los nativos y los hijos de los inmigrantes legales que tienen miedo de que si cambian las cosas y aparecen de nuevo los prusianos y los bávaros, serán echados de la Alemania “generosa”. Ellos son los fanáticos alemanes y los “queridos” de los fundadores de Alemania… Los “queridos” de los judíos… Los favorecidos por ellos, que como intercambio les ofrecen seguridad haciéndose pasar por sus guardaespaldas. Ellos se preparan para celebrar la comprada final alemana.  …Ellos, lectores del Bild… Ellos, que corren ondeando estandartes alemanes para celebrar… Ellos, que acusaron a los griegos de pereza e indignidad.
El equipo de Baviera, de los Católicos y de los Cristianodemócratas.
¿Qué tenemos en la mente cuando decimos que alguien pertenece a la escoria de la sociedad? ¿Lo que los americanos con razón llaman “low life”? ¿A quién se le considera “escoria”, no bajo criterios conectados con afectos o aversiones, sino con criterios objetivos? A alguien que combina muchas características negativas… Que es, por ejemplo, más bruto que un arado, estafador y borrachín… Que tiene adicciones como el juego de cartas… Que es mentiroso, glotón y voraz. Si lo pones todo esto en una “ecuación” y buscas una foto que la exprese, a lo mejor te darán una foto del presidente del Bayern.
Este hombre fue de los primeros honestos alemanes que, sιn ostentar ningún cargo institucional, se apresuraron a “reñir con el dedo” a los “perezosos” griegos. Expresando perfectamente la “moral” alemana, hizo las siguientes declaraciones: “Nosotros los europeos no echamos la culpa de la crisis a los griegos. Si no necesitan nuestra ayuda, que se queden solos. Pero al menos decir gracias, es su obligación. Generalmente  te agradecen cuando ofreces ayuda,” había declarado entre otras cosas Uli Hoeness, para añadir como profeta: “si no reciben la ayuda, preveo días oscuros”. Todas estas estimaciones hechas por el inculto de Múnich… El portavoz no solicitado que representa a todos los europeos.
…Un hombre que no puede mostrar nada más en su vida que sus pasiones, predica a una nación entera.  Uno de los europeos más iletrados que disfruta del privilegio del habla pública, se encarga de dar “consejos” a la nación más famosa por su producción espiritual en Europa. Un hombre cuya vida entera se limita a las palabras centro, falta, menudos, salchichas, cervezas, ases, sotas y euros, restituye el orden en la moral europea… Exigiendo a los griegos que digan “gracias” a sus corruptores.
¿Pero qué representa realmente un hombre así? ¿Es real lo que vemos o una “actuación” teatral? ¿Cuánto le puede interesar a un hombre así la política griega e internacional para atreverse a expresar una opinión tan agresiva? Este hombre es totalmente iletrado. Desde sus dieciocho años es un jugador profesional de fútbol; es decir, cuando sus compañeros de clase estudiaban, él daba patadas a una pelota para convertirse, en el futuro, en un futbolista profesional. En otras palabras, un iletrado profesional… Iletrado desde que puso pie en esta tierra… ¿Si ni siquiera conoce el mundo, cómo va a saber lo que pasa en él?
Difícilmente puede saber donde está Grecia y cuál es su capital, a menos que le informen que ahí está la sede de Panathinaikós o de algunas sucursales de Lidl que él provee de salchichas. Un hombre que llegó a ser rico dando patadas a una pelota en potenciales pastizales para vacas… Un adicto al juego de cartas… Un estafador acusado de evasión fiscal grave y cuentas escondidas en Suiza.  
Este hombre “reprendió” a los griegos, los “amenazó” y, a continuación, “profetizó” su futuro. Pero está más claro que el agua que se trata de un títere. Apenas podía leer la “chuleta” que algunos le habían puesto en las manos, para atacar a Grecia y a los griegos. Fue elegido como presidente del Bayern bávaro como futbolista internacional, para que no sean “visibles” los que no lo quieren ser… Otros, socialmente superiores a él, que no quieren que su implicación en los asuntos futbolísticos sea tan evidente. Algunos superiores a él que aceptan estar bajo su “presidencia” porque esto les conviene. Porque esto le conviene al paraestado alemán… Le conviene al paraestado nazista…  
Ellos pusieron a este “cubo de colesterol” a manifestar y expresar sus opiniones… Las opiniones del paraestado alemán… Del paraestado que hoy ataca de nuevo a Grecia como hizo en 1940. ¿Cuál es el paraestado alemán? Es el paraestado de los antiguos NAZIS que nunca dejaron de controlar su “creación”, Alemania… El paraestado de las empresas hitleristas de Volkswagen, de Audi y de Porsche… El paraestado de Deutsche Telekom… El paraestado de la propaganda de Focus… El paraestado de la industria de medicamentos BAYER… El paraestado de Siemens que se ha “anidado” en el Alliance Arena.
Todos estos que, de cuando en cuando, han vendido “cerebro” o “amenazas” a Grecia, pertenecen todos – por una misteriosa razón – al club de fútbol de Baviera. Doctores de ciencia, directores generales de multinacionales, hasta primeros ministros de estados están bajo la presidencia de un analfabeto. Magnates, científicos y políticos aceptando que los represente un carnicero iletrado. No hace falta buscar mucho para confirmar lo que estamos diciendo. El presidente del Bayern es el más iletrado y el más pobre de todos los miembros de la junta directiva del club. Los “cultos” y los forrados no son nada más que presidentes adjuntos:
 

 
Herbert Hainer
Presidente adjunto
Presidente de la Junta Directiva de Adidas AG
 

 

Rupert Stadler
Presidente adjunto
Presidente de la Junta Directiva de Audi AG
 

 

Miembros
 

Timotheus Höttges
Director comercial de Deutschen Telekom AG
 
 

 

Karl Hopfner
Vicepresidente del FC Bayern München eV
 

 

Helmut Markwort
Editor de la revista FOCUS
y miembro de las juntas directivas de muchos medios de comunicación alemanes.
 

Dieter Rampl
Ex Director Administrativo de UniCredit Group
 

 

Dr. Edmund Stoiber
Primer Ministro de Baviera
y presidente honorario del partido Cristianosocial de Baviera (CSU)
 

 

Prof. Dr. Martin Winterkorn
Presidente del Volkswagen AG y del Porsche Automobil Holding SE

 

Viendo alguien todos estos nombres famosos de la sociedad alemana, con razón se preguntará  algunas cosas. Sobre algunas cosas raras que no pasan en otros países. ¿Cómo es posible que alrededor de la “mesa” del Bayern esté sentada gente mucho más importante e ilustre que alrededor de la “mesa” de la Cancillería? ¿Cómo es posible que todas estas personalidades pujantes de la sociedad alemana acepten estar bajo la “presidencia” del bruto Hoeness? ¿Qué tienen que ver todos estos poderosos factores de la vida económica, política y social de Alemania en la junta directiva de un equipo de fútbol?
Todo esto provoca preguntas sobre el club del Bayern en sí. ¿Cuál es exactamente el papel de este equipo? ¿Por qué razón, todas las conocidas multinacionales de Alemania limitan su “egoísmo” y coexisten en la misma junta directiva? ¿Por qué, por ejemplo, empresas que “aman” el fútbol como Adidas, Audi o Volkswagen no se hacen cargo de otros equipos para apoyar el campeonato alemán en su conjunto? Si la razón de su implicación es el amor por el fútbol, ¿por qué no se reparten los otros equipos para desarrollar el casi degradado campeonato alemán?
¿Por qué se interesan por equipos concretos y por distinciones internacionales y no por el bien del deporte? ¿Necesitan estas empresas pagar a escote? ¿Acaso no se trate de un club normal y el paraestado alemán necesita controlarlo por medio de estas empresas? ¿Acaso sea una “herramienta” común para todas estas empresas? ¿Acaso en la común junta deportiva, las empresas alemanas decidan en secreto sobre otros asuntos aparte del fútbol? ¿Acaso en la “mesa” del Bayern decidan sobre cosas más importantes que en la “mesa” de la Cancillería?
Por una rara casualidad, el presidente del equipo que acusó a Grecia de ingratitud, es presidente de una junta directiva donde comparecen casi todos los responsables de la corrupción en Grecia… Ellos, que corrompieron a Grecia a fin de que el país siguiera pidiendo dinero prestado porque sin él los griegos no podrían seguir consumiendo los productos del paraestado nazi. Estos “amantes del fútbol”, cuando Grecia tenía que decidir sobre cómo proceder, pusieron al inculto para caracterizarla de “ingrata”. Ellos, que “ayudarían” a Grecia prestándole con intereses, pusieron al iletrado                         ex futbolista y carnicero a explicar al público internacional qué piensan los “honrados” europeos con respecto a los “deshonrados” griegos… Ellos que pusieron a la Venus de Milo a mostrarles a los griegos el dedo de en medio.
Cosas raras pasan en este importante equipo para llegar a tener un presidente completamente insignificante como lo es Hoeness… Un financiador del partido cristianodemócrata de Merkel y miembro fanático del partido cristianosocial de Baviera. ¿No es raro? El presidente del club, un simple miembro del partido cristianosocial que tiene bajo su “dirección” al honorario presidente del partido. Un carnicero que tiene bajo su “dirección” a todos los directores generales de los “gigantes” de la industria alemana. Un iletrado ex futbolista que tiene bajo su dirección a doctores y editores.
El equipo de Prusia, de los Protestantes y de los Socialdemócratas.
Frente al politizado gigante paraestatal de Baviera, que encuentra su expresión en el club del Bayern, se erige su “reflejo” perfecto… El absolutamente politizado e igualmente paraestatal gigante de Prusia que se expresa a través del Dortmund. Es decir, frente al gigante cristianodemócrata de Baviera se erige el gigante socialdemócrata de Prusia. Frente al Bayern — es decir a Baviera — está el Borussia — es decir Prusia —. Porque esto significa el nombre de Borussia. “Prusia” en latín.
¿Cuántos de los lectores saben el nombre completo del Dortmund y su significado? ¿No le parece raro al lector que los periodistas deportivos – que por lo demás nos informan sobre todo detalle – nunca hagan referencia al nombre del equipo? El nombre del equipo no es Dortmund como se dice. Este es el nombre de la ciudad donde el club tiene su sede. Es como si alguien dijera que el Múnich llegó a la final y no el Bayern que es el nombre del club. Así a la Final se clasificó el Borussia de Dortmund, es decir la Prusia de Dortmund, como también la Baviera de Múnich.
Esto no lo decimos nosotros. Lo “dicen” ellos mismos con los nombres de sus equipos. Lo que es raro en este caso es que no sigan la misma política en cuanto a sus nombres y símbolos. El símbolo de los bávaros es la bandera de Baviera que es, al mismo tiempo, la bandera del equipo de fútbol de Múnich. En el caso del Dortmund, por alguna razón “desconocida”, no se sigue una táctica parecida. ¿A los llamados “Prusianos” (“Borussia”) no se les permite llevar los símbolos prusianos? “Olvidan” que son prusianos, ¿pero al mismo tiempo no recuerdan siempre que son de Dortmund? ¿Qué significa esta paradoja? Significa que, por una u otra razón, deberían llevar un símbolo de Prusia y no simplemente haber mantenido su color amarillo.
Mientras presentan al Borussia como equipo de los “Prusianos”, “olvidaron” darle el símbolo de los prusianos, como hicieron los bávaros con su equipo. Mientras lo presentan como equipo de una concreta ciudad alemana, algo les “pasó” y “se les olvidó” también darle el símbolo de esta ciudad. ¿Por qué? Porque simplemente, en ambos casos, el símbolo es el mismo y está prohibido. El símbolo de la ciudad es una vez más, el águila prusiana. El águila prusiana que simplemente no se le permite al equipo llevarlo, como hacen los bávaros con el suyo, porque simplemente es el símbolo de la selección nacional de Alemania. Crearía asociaciones de ideas raras que harían que algunos se sintieran incómodos cuando el equipo de Baviera, por ejemplo, se enfrentara con el “de Alemania”. 
Por esta razón se evita sistemática — y principalmente en Europa — mencionar el nombre del equipo. Se evita totalmente y eso por razones aparentemente inexplicables, ya que el apodo de sus aficionados es: “Die Borussen” que significa: “Los Prusianos”. Es decir, mientras que para los aficionados del Bayern es totalmente normal que aparezcan en la escena internacional como: “Die Bayern” – es decir como: “Los Bávaros” -, con los prusianos no pasa el mismo. ¿Quién tiene intereses en mantener este nombre en la “sombra”? ¿Quién no quiere que algunos alemanes se presenten como prusianos en Europa? ¿Quién quiere que Europa se olvide de Prusia?
Para contestar esto, tenemos que conocer los “asuntos interiores” de Alemania. Alemania quiere mantener el concepto de Prusia como un asunto interior porque sabe cómo controlarlo. En el marco de este control, trata de mantener bajas las tensiones. Por eso les permite a los prusianos que usen este término latín en lugar del alemán. Dentro de Alemania, quiere que usen su histórico nombre romano “Die Borussen” y no el alemán – y políticamente cargado – “Die Preußen”… Los quiere: “Borrusians”, que muchos lo escuchan pero pocos entienden qué significa… Los quiere con un apodo de tipo deportivo como otros aparecen como “príncipes”, “caballeros” etc. o con títulos de pueblos medievales que están “muertos”.
A nivel europeo, no quiere ni siquiera esto. No quiere ni siquiera recordar a los europeos que entre sus pueblos están también los PRUSIANOS. No quiere dar a algunos alemanes el derecho de autodeterminarse en el extranjero como prusianos. El concepto de la Prusia o del prusiano está condenado a “muerte” por el estado alemán porque debe pertenecer al pasado… Debe quedar en los archivos de la “historia” junto a otros conceptos alemanes totalmente anticuados… Que no los conozca nadie en el extranjero y, como consecuencia, que ningún prusiano tenga razón para declararlo con orgullo y defender su origen.
Este era el objetivo. Que se perdiera la connotación nacional del concepto y que se limitara a un mero término geográfico y futbolístico. En el ámbito europeo, el “nacional de Prusia” tiene que autodeterminarse exclusivamente como “alemán”. Que no vaya a algún hotel de Creta o de Sicilia y se declare prusiano levantando sospechas a algún ignorante. Que se declare Borussian, como mucho, y que piensen los ignorantes que declara su preferencia futbolística por el Dortmund. Que piensen que no ha entendido bien y se ha declarado algo como… culé o merengue. “Déjalo”… ponle “alemán” y ya está… 
De esta manera se degrada también el concepto nacional del bávaro. No hay “dipolo” si uno de los dos “polos” está cortocircuitado. ¿Cómo va a asumir “peso” o valor un concepto cuando no tiene contrapeso? Sin los prusianos, los bávaros se convierten en unos tíos pintorescos con pantalones cortos de piel, que “se ahogan” en cerveza y “se atiborran” de salchichas. Cuando el águila prusiana no aporta valor a los que lo llevan, lo mismo le pasa al águila bávara también… Llega a ser más conocida como marca de cerveza que como símbolo nacional.
¿Ha entendido el lector la razón por la que se evita sistemáticamente cualquier mención al concepto de Prusia? Esto se ha decidido por algunos que piensan y actúan con criterios extrafutbolísticos. Es evidente que hay canales políticos “subterráneos” que conectan estos equipos con los poderes de Alemania.
Todo esto sobre gigantes “politizados” no lo decimos nosotros. Leemos que el Borussia es un equipo que desde el primer momento se fundó con criterios político-ideales.  Se fundó el 19 de diciembre de  1909, es decir en el seno de Prusia. Se fundó antes de la fundación del estado alemán. Se fundó por un grupo de jóvenes y fanáticos prusianos que querían independizarse del equipo de la Iglesia… De un grupo que tenía una “filosofía” diferente de la cristianodemócrata expresada hasta entonces por la Iglesia… Diferente de la filosofía que expresa el Bayern por ejemplo. Esto no es un secreto. Basta una pequeña investigación para que se haga evidente. Como un equipo puramente “nacional-socialista”, empezó donde desde siempre buscaba miembros el nacional-socialismo en Alemania… En una cervecería de Dortmund.
Si, por ejemplo, en la junta directiva del Bayern se encuentran cristianodemócratas fanáticos como el primer ministro de Baviera y presidente honorario del partido cristianosocial, algo parecido tendremos que buscar también en la otra “orilla” ideológica. Como era de esperar, vemos que en el lado de Borussia pasan cosas perfectamente equivalentes. Su presidente no es ningún magnate del tipo Abramóvich o Berlusconi, como pasa con los demás equipos europeos. Su presidente es el Dr. Reinhard Rauball, político alemán y miembro del SPD. Un político que ha servido como ministro en el estado prusiano de Renania-Westfalia. Miembro de la junta directiva es también Steinbrueck, candidato del SPD a la Cancillería… Otro personaje del fútbol después de Hoeness que regañó a Grecia y a los griegos.
¿No es lógico, pues, preguntarse sobre qué función tiene este político de carrera en un equipo de fútbol profesional? ¿Cómo es posible que alguien sea candidato a la Cancillería y, al mismo tiempo, miembro de la junta directiva de un equipo que no pertenece a él? Este fenómeno en Europa se da solo en Alemania. Con la excepción de algunos países “plataneros” en las profundidades de África, a lo mejor no existe otro estado donde políticos en activo se impliquen de esta manera y hasta tal punto con el fútbol… Con un ámbito enfermizo y sospechoso que, en líneas generales, “repele” a las personas que quieren mantener una buena “imagen” y aspiran a puestos de poder.
Si esto pasara en la Grecia de los “perezosos”, la gente se rebelaría. La identificación de un gran equipo como Olympiakós o Panathinaikós con alguno de los grandes partidos del país como PASOK o Nueva Democracia sería algo inconcebible. ¿Miembros de los partidos participando en las juntas directivas de los equipos ex officio? Los griegos nunca aceptarían un fenómeno tal y, en pocos días, estallaría guerra civil. Pero esto que para un país “inferior” como Grecia sería inconcebible, en la “superior” Alemania es la regla. En Alemania, casi en la totalidad de los equipos de fútbol se implican políticos y otros personajes paraestatales.
En la mayoría de los casos, la junta directiva de los equipos se compone más bien de políticos – con los respectivos intereses que ellos representan – que de empresarios amantes del fútbol que simplemente gastan dinero para satisfacer su pasión. ¿Por qué? Porque como ya hemos dicho, el fútbol y las gradas de los campos suponen fuentes de “carne” para el paraestado de los NAZIS. Por medio del fútbol los NAZIS controlan todo el territorio alemán. Solo la Bundesliga “cubre” suficientemente toda Alemania. El estado alemán tiene una presencia muy fuerte en cada latitud del país solo con respecto al fútbol; esto no pasa con ninguna otra actividad no política. Solo en el caso del fútbol, su palabra “cuenta” lo mismo desde Hamburgo hasta Múnich. Así, el estado ve el fútbol como un asunto muy serio para dejarlo en manos de los empresarios.
Y para poder hacer todo esto evitando posibles denuncias por sus actividades, el estado simplemente ha “disfrazado” el proceso con una supuesta filosofía de “transparencia”… Es decir, se supone que todo esto no lo hace para controlar indirecta y solapadamente la sociedad en los estados de Alemania. Lo hace para el “bien” del fútbol. Entrega los equipos a manos de sus aficionados y no a los intereses empresariales. Así, el estado, en nombre del “interés general” de la afición, mantiene el asunto del régimen propietario de los equipos bajo un velo de ambiedad general. Así, los políticos se aprovechan de la situación y asumen la dirección de los equipos ex officio y en el nombre de su afición… Los políticos y – claro – los partidos dominantes que se han repartido los equipos entre sí.
Pero la pregunta que surge en este punto con respecto al Dortmund es otra. ¿Cómo consiguen los “socialistas” que dirigen el equipo financiar un club con exigencias económicas tan grandes? Es muy simple. Con el modelo nacional-socialista. Con el método de “pagar a escote”… Los políticos socialistas dirigen y la afición paga. El Dortmund “socialista” no disfruta del lujo bávaro de ser financiado por aficionados magnates. Se supone que son socialistas, no capitalistas.   
Esta es la razón por la que el “socialista” Dortmund entró en Bolsa. Para asegurar el dinero de sus aficionados. Sus jugadores serían pagados por los – nacionalmente hablando – “Borusians”, que ideológicamente y “por casualidad” serían socialistas y protestantes… Es decir los prusianos socialistas protestantes. Y cuando no hay suficiente dinero, existen los consabidos usureros que pueden prestar a los “socialistas”… El Morgan Stanley por ejemplo. El estado alemán no deja a los particulares que controlen los equipos, pero deja a los judíos usureros que los chantajeen… Especialmente los equipos “socialistas”, ya que tienen el mismo “origen” judío que los usureros.
Alemania vive “días de Goebbels”.
En Alemania, este momento, se juega un juego de propaganda que solo se puede comparar con la época de Hitler. Sus líderes se han percatado del peligro y tratan de aprovecharse hasta de la mínima oportunidad para erigirse como representantes del pueblo… Tratan de aparecer como sus protectores dentro de un ámbito extremamente anti-alemán y peligroso. Hablamos de cosas trágicas que, si no fueran peligrosas para toda Europa, las podríamos considerar como ridículas.
En su esfuerzo por “acorralar” a los alemanes, utilizan cualquier recurso… Hasta los más triviales… Triviales como el ridículo “concurso” de Eurovisión. Teniendo como objetivo localizar a “enemigos” que acorralarán a los alemanes en el “redil” federal, se prestan a ridiculeces.  Buscan “mensajes” políticos – o de otro tipo -, hasta en las actividades más triviales donde alguien pueda participar representando a su estado. Buscan por todas partes “anti-alemanismo”, para generar terrorismo y “alemanismo” en una sociedad que no lo dispone en el grado que ellos lo desearían. A algunos pueblos los unen el amor y la admiración que su entorno tiene por ellos; a los alemanes tratan de unirlos a través del odio y la repulsión que su entorno tiene por ellos.  
Tomas Schreiber, el comentarista de la cadena de televisión ARD, lo dijo indirectamente pero con claridad: “Hay una situación política a tener en cuenta”. “No digo que esto fuera ‘Angela Merkel, 18 points‘, pero es cierto que no era solo Cascada quien estaba ahí subida en el escenario sino toda Alemania“.  En la misma línea, el comentarista Peter Urban se preguntaba públicamente en ZDF: “¿Es posible que a la gente no le caigamos bien?“, para responder él mismo: “Algo de verdad hay en eso“, antes de continuar: “En la final de la Champions de la semana que viene va a haber dos equipos alemanes y quizá la gente no quiera que Alemania gane también Eurovisión“.
Como hijo auténtico de Goebbels, se preguntó en público para crear – también en público – un “puente” entre Eurovisión y la final de la Champions. ¿Por qué? Porque si lo primero es insignificante y les interesa relativamente a pocos alemanes, el segundo es mucho más importante y les interesa a casi todos. Esto es la propaganda. El arte de decir mentiras sin mencionarlas… El arte de “demostrar” cosas sin nombrarlas… El arte de “preguntarse” en voz alta – con la “inocencia” de una persona supuestamente ingenua o curiosa, pero de manera que esto se registre como una declaración en público.
¿Ha entendido el lector qué tipo de fábrica se ha montado en Alemania? Los alemanes se someten a un lavado de cerebro. Tratan de aterrorizarles para “venderles” protección. Tratan de convencerles de que los demás europeos están celosos de ellos porque no los pueden “alcanzar”. Porque son valiosos y capaces. Tratan de convencerles de que están en peligro por la envidia de su entorno y que solo con la solidaridad entre ellos pueden luchar por la supervivencia. Tratan de convencerles de que paulatinamente “se están aislando” de los “perdedores”
Este es el mensaje que los medios de comunicación nazis “emiten” a diario… “Nosotros” los alemanes, ya como bávaros ya como prusianos, somos los mejores en Europa. Es pues normal que experimentemos la “soledad” natural del “primero y mejor”. Por eso están celosos de nosotros y nos envidian. Están celosos porque como alemanes somos los mejores… Exclusivamente por ser alemanes, sin que importe nuestro origen concreto. Primero somos alemanes y después todo lo demás. De esta manera, quieren inculcar en el pueblo alemán el sentimiento del perseguido… Quieren inculcar en el verdugo los sentimientos de la víctima.
Esto no es raro para alguien que sabe quiénes son los que manipulan al pueblo alemán como si fuera su “animal de carga”. Cuando sabes que los que controlan totalmente a Alemania son los judíos, conoces sus tácticas desde el principio. Los judíos son los que, desde hace siglos, roban llorando. Son los que te acuchillan mientras piden ayuda. Es lógico, pues, que ahora que han puesto a los alemanes a atacar una vez más a Europa, que los pongan a aplicar la defensa conocida.
Quieren activar los instintos de auto-conservación de las especies. Lo han planeado todo ellos solos. Primero mostraron a los griegos el “dedo” de Venus — llamándoles estafadores para enfurecerlos – y después se las daban de “desgraciados” porque los griegos “recordaron” que los alemanes son los hijos de los NAZIS. Queriendo provocar sentimientos anti-alemanes en Europa, para aprovecharse de ellos, les provocaron sabiendo que era seguro que reaccionarían. Los griegos reaccionaron y fueron los primeros en poner a Merkel bigote hitleriano y en quemar banderas alemanas. El resultado fue que la “visión” anti-alemana fuera adoptada por otros europeos también. Este era el objetivo.
Los hijos del “violador” de Europa quieren mantenerse “unidos” por razones de seguridad, aunque esto presuponga que le recordarán en su entorno quiénes son… Incluso provocando a su entorno con bajezas como la de Focus… Incluso provocando a los que los conocieron muy bien en la masacre de Dístomo (pueblo de Grecia donde se produjo el 10 de junio de 1944 una de las más terribles masacres de civiles en el curso de la segunda guerra mundial y causó la muerte de 218 personas de las cuales 53 niños). Tienen que mantenerse unidos, porque, como Peter Urban comprobó, “no les caen bien” a los europeos. Ahora no les caen bien y en el futuro quizá serán odiados. Ahora simplemente pasan de la provocación a la “humildad”. Aunque provocaron como hijos del “violador” a las víctimas de su padre, ahora se auto-victimizan. Se auto-victimizan incluso sus líderes que son “demócratas” desde sus pañales.
Ahora, estos “demócratas” tenían que encontrar otra razón para explicar por qué no les “caen bien” a Europa y la encontraron. Parece que la Merkel de la foto no entiende por qué no “cae bien” con tanta “fotogenia” que desprende sumergida en el júbilo fascista. Evidentemente pasa lo que primero percibió el nazi Schäuble… Les envidian porque son los “buenos” alumnos de Europa. Es decir se trata del cachondeo total. La gente que forzó a los alemanes a convertirse en los “violadores” de Europa, es la misma gente que los “calificó” y los proclamó como los mejores en Europa. Los judíos usureros que les pusieron a hacer la guerra, son los mismos que les “calificaron” con “sobresaliente” en economía, ahora que libran su ataque con los euros. Los que les dieron el “sobresaliente” fueron Rothschild, Soros, Bernanke y Jean Claude Trichet, mientras que todos los “suspendidos” les tienen envidia.
Los alemanes buscaron y finalmente encontraron la razón por la que son los más antipáticos y a lo mejor los más odiosos en Europa… Los europeos los odian no porque fueran los hijos de los nazis que quemaron y devastaron Europa… Los detestan no porque mataran a millones de personas y hundieran en la pobreza y la orfandad a generaciones enteras… Les tienen envidia porque son los “mejores” en Europa… Alzheimer selectivo. Son los “mejores”, los que masacraron a Europa dos veces. Son los mejores “alumnos” de la economía, los que se endeudaron con Europa más veces que todos los demás y sin devolver nada. Nadie ha “hundido” Europa tanto como los alemanes. Con comillas y sin comillas.
¿Ha entendido el lector cuál es el juego de la propaganda?… “Tenemos que aguantar el hecho de que no les caemos bien”, dice la “lavadora” de las conciencias. Tratan de convencerles a los alemanes de olvidar todo los que les “divide” para que no se debiliten ante la “amenaza externa”. Tratan de convencerles de que en Europa los odian en conjunto como alemanes y de que les conviene mantenerse unidos, no importa si esto les costará a algunos algo más. De que vale la pena que los bávaros, por ejemplo, paguen un poco más por los prusianos también, a fin de tener su cabeza tranquila. De que en esta lucha por la supervivencia se tienen solo el uno al otro… El prusiano al bávaro y viceversa… El cristianodemócrata alemán al socialdemócrata alemán y viceversa. Este es el objetivo de la propaganda… Que presente el ámbito europeo como hostil y así presentar la “hermandad alemana” como la opción más beneficiosa.         
Este es el objetivo de la propaganda en Alemania…  Y la clave está en encontrar una “conexión” con el “interés”, una palabra mágica para los alemanes. Si alguien consigue esto, puede mantenerlos unidos. Puede atraparlos permanentemente en el “redil” llamado Alemania. Atraparlos en un “redil” de hierro rodeado por la “envidia” de los otros pueblos. ¿De estos alemanes tienen envidia los pueblos? ¿Y por qué tener envidia de ellos? ¿Por su industria? ¿Por una industria que pertenece a otros y los alemanes simplemente la “arrastran”? Los pueblos envidian tanto a los alemanes por su industria, como una persona normal a Schäuble por sus… ruedas de filamentos de carbón.
El fin de la planificación está cerca.
La historia humana está cerca de su fin. La humanidad ha “caminado” todo lo que tenía que “caminar”. Todo lo que tenía que “ver” y “descubrir”, lo vio y lo descubrió. Los últimos “granos” de arena caen con fuerza en la “clepsidra”, que ya parece vacía. Ya no tiene sentido “despertar” a los que están “durmiendo”… Se despertarán, lo quieran o no, porque la hora de “dormir” ha pasado… Se despertarán porque las “luces” se encenderán y ya nadie podrá “dormir” incluso si lo quiere.
¿Qué queremos decir con esto? Que, en nuestros días, el tiempo ha cambiado de significado y de velocidad. Todo lo importante que va a tener lugar para la humanidad, tendrá lugar en nuestros días. Ya no tiene sentido ni hablar mal de los alemanes ni complacerlos. Ya no hay nadie cuya vida dependa de su situación. Los alemanes, incluso si lo quisieran, no podrían afectar otra vez la historia europea. Lo único que pueden hacer es “meter la pata” una vez más y humillarse – esta vez definitivamente – en la sociedad mundial.
Lo que estamos escribiendo hoy para los alemanes, lo estamos escribiendo por razones enciclopédicas; no para “atacarles” con el fin de “despertarles”. En cierto momento, un acto de despertar puede que tuviera sentido, pero ahora no. En cierto momento, puede que algunos quisieran “despertar” a los alemanes antes de que otros los subieran como “sonámbulos” a los tanques para aplastar a Europa. Hoy, esto no es necesario. Nadie va a subir a nadie a ningún tanque, por mucho que tenga miedo de ello el primer ministro de Hungría y por mucho que lo quiera Merkel.
Ahora las cosas han cambiado. Si los alemanes quieren — para su gloria póstuma — por fin “despertarse” y “agarrar por el cuello” a aquellos que los torturan y los humillan desde hace un siglo, que lo hagan. Si no lo hacen, esto no significa absolutamente nada ya que las cosas pronto van a cambiar. La humanidad llega al fin de su “recorrido” y viene la gran crisis. Esta tan esperada crisis de la historia humana se acerca y cada pueblo será juzgado por sus obras y el papel que ha desempeñado en esta historia. El enemigo de los alemanes no son los europeos, sino sus errores. Estos les van a condenar.
La cualidad alemana va a perderse de la faz de la tierra, porque simplemente no rendirá ningún valor ni honor a sus portadores. “Surgirán” las cualidades de los prusianos y de los bávaros, pero la cualidad alemana se perderá, porqué será condenada por la historia. Serán condenados tanto sus inventores como sus portadores… Forzosamente. Cuando el concepto del alemán sea identificado con el del “primo total”, a nadie le gustará portarlo. Este peligro corren los alemanes de hoy que se preocupan por si “caen bien” o no. El pueblo, fabricado bajo la dirección de los judíos usureros en los “laboratorios” nazis y por periodicuchos como el Bild, quedará en el olvido de la historia.
Esto no es ni siquiera una novedad para el espacio geográfico al cual nos referimos… Para el espacio que ocupa la Alemania actual. Este es un espacio que a lo mejor constituye el “cementerio” más famoso de pueblos europeos… Un espacio donde yacen muchos “cadáveres” históricos, que permanecen en el olvido desde hace siglos. Los alemanes van a seguir el ejemplo de los vándalos, los hunos, los godos, los visigodos y tantos otros que solo la Historia – y nadie más – ha conocido… Es inevitable para ellos.
…Es inevitable para ellos que se clasifiquen entre los últimos pueblos del planeta. Lo peor es que no van a quedarse en la Historia ni siquiera como un pueblo guerrillero o sanguinario. Se quedarán en la Historia como un pueblo incauto. Es el pueblo que ha sido la víctima más grande de otro pueblo… El pueblo que ha sido el comparsa absoluto de la historia mundial… El pueblo que, sin saberlo, funcionó por más de un siglo como un dócil “animal de carga” de los judíos… El pueblo europeo que mató y devastó a un continente entero para que los americanos prevalecieran y los judíos se enriquecieran… El pueblo engañado que “pagó” con sus guerras todo el coste para la fama y la riqueza de otros.
…El pueblo que, con el paso del tiempo, no solo no aprendió de sus errores repetidos, sino además los adoptó como su “tradición” y encima los celebró. De esta manera, se convirtieron en los hijos del “violador” y por sí solos se pusieron “sobresaliente” en su cuaderno de notas y pensaron que todos los demás les tienen envidia. Pronto se probará que Alemania es la más grande “cárcel” de pueblos de la historia de la humanidad… La más grande “cárcel” privada… La cárcel judía de los prusianos y bávaros que se han “condenado” a cadena perpetua. Hasta que se pruebe esto, algunos ingenuos, que creen que son alemanes, estarán celebrando sus “triunfos” comprados y estarán preguntándose por qué “no les caen bien” a los demás europeos… Estarán comiendo las “migajas” que sus jefes les arrojan y estarán pensando que todos les tienen envidia… Ellos, los reclusos en el “Dachau” alemán, estarán viendo a los libres y estarán sintiendo… pena por ellos.
 

 

Panayiotis Traianú
 
 
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